Hoy quiero fijar mi objetivo en esas personas cuya principal misión en la vida es ser un triste y llorar sus penas. Penas que incluso se inventan. Crisis existenciales, familiares, laborales o de pareja. Son esos que tienen dinero, salud, trabajo, novia, casa, familia, prestigio internacional... y todo tipo de condiciones que en teoría debieran hacerles felices pero que no lo logran. La pregunta: "¿Qué tal todo?" es la que suele desenmascararles. Será entonces cuando empiecen a relataros la retahíla de desgracias que les consumen. Es por ello que tu, sorprendido por la respuesta, comienzas a preguntarle punto por punto (trabajo, salud...) y te das cuenta de que en realidad no tiene ningún problema. Como mucho mental.
Los tristes escuchan música para tristes (esa en que todo es lloriqueo y lamentos), hacen planes de tristes (quedarse en casa rumiando su desgracia), tienen amigos tristes (que comparten sus inexistentes angustias) y están todo el día con cara de pena.
Cuando los tristes no tienen suficientes motivos para estarlo recurren a las vidas de gente cercana para proyectar sus frustraciones y miedos. Si tampoco tienen a su alrededor motivo de tristeza lo buscarán en las cosas más banales que os podáis imaginar. Como que no les funciona el emule, que su equipo ha perdido o que la vida está muy cara... en fin, razones para ser infelices nunca les faltan.
Los tristes suelen ser evitados por sus congéneres "normales". Porque a nadie le apetece estar escuchando desgracias ficticias todo el día. Así que, tristes, ya sabéis : ¡Alegrad esa cara, coño!.
Los tristes escuchan música para tristes (esa en que todo es lloriqueo y lamentos), hacen planes de tristes (quedarse en casa rumiando su desgracia), tienen amigos tristes (que comparten sus inexistentes angustias) y están todo el día con cara de pena.
Cuando los tristes no tienen suficientes motivos para estarlo recurren a las vidas de gente cercana para proyectar sus frustraciones y miedos. Si tampoco tienen a su alrededor motivo de tristeza lo buscarán en las cosas más banales que os podáis imaginar. Como que no les funciona el emule, que su equipo ha perdido o que la vida está muy cara... en fin, razones para ser infelices nunca les faltan.
Los tristes suelen ser evitados por sus congéneres "normales". Porque a nadie le apetece estar escuchando desgracias ficticias todo el día. Así que, tristes, ya sabéis : ¡Alegrad esa cara, coño!.
6 comentarios:
Tengo uno o dos amigos así... qué paciencia!!
Creo que deberías ir a casa y quemar tus pelis, tus libros y tus discos porque toda esa gente que escuchas, lees y disfrutas no sería nada sin la sensibilidad que desprecias con tanta facilidad.
De sensiblidad creo que sé bastante. Porque me gustaría tener menos y que no me hiriese tu comentario. Además quemando cosas ha quedado demostrado que no se soluciona nada. Me estaba refiriendo a la gente que se regocija en su desgracia (que muchas veces no es tal). Creo que la solución sería que me quemase a lo bonzo. Más de uno se alegraría. Siento haberte ofendido o haberte dado la impresión de que desprecio la sensibilidad. Nada más lejos de mi intención.
No me ofendo y sin embargo siento si hiero tu sensibilidad (vaya cantidad de mariconadas decimos los tristes)
Simplemente digo que a veces hay cosas más allá de la salud, el dinero y el amor que te hacen sentir como una mierda.
Odio las poses, pero no menospreciemos la tristeza de los demás, quizá por cosas así es por lo que se sienten tan jodidos.
Me parece que tienes razón y que probablemente una vez más mi incontinencia verborreíca ha ido más allá de lo que debiera. Pido disculpas. Además yo también soy un triste y un blandito. Sólo contarte que de pequeño lloraba cada vez que escuchaba el Coco Gua Gua. Te puedes imaginar las mofas familiares.:) Además mi madre no me dejaba ver Marco porque dice que lo pasaba peor que él y el mono juntos.n_n
Entiendo tu crítica a los tristes de pose, pero generalizar es siempre un error.
Todo aclarado, todos en paz. No dejes de darle caña al mundo.
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