viernes, 22 de abril de 2011

De las campañas electorales serias



El candidato Gómez nos ha sorprendido en estos días con una "ingeniosa" campaña de marketing viral. Ha puesto varios "carteles" de cine en su sede de Gran Vía. En uno de ellos (Invictus) se le presenta de perfil para que quede claro que Tomás ya no es un hippy, que se ha quitado las patillas. Además va acompañado de un fotomontaje en que se le presenta a caballo y mirando al infinito, como con ganas de conquistar algo. Sacamos varias conclusiones claras a la vista de este primer cartel:

1. Que no ha visto Invictus. Si no qué pinta el caballo y dónde está Mandela.

2. Que en un momento de confusión puede que haya pensado que el no haberse presentado y el estar invictus tiene algún tipo de relación y/o mérito.

3. Que es probable que haya entrado en las juventudes socialistas madrileñas un becario con nociones de photoshop o que la reina les esté haciendo de freelancer.

4. Que no descartan ninguna promesa/pacto o medida por inadecuada o irracional que pudiera parecer. Así se deduce del lema "A su lado todo es posible".


No contento con este primer engendro ha decidio seguir con la coñita y nos ha dejado esta otra genialidad. Una metáfora elaborada en que Tomás se despide de Espe aludiendo al título nobiliario del marido de ésta (Conde y nada que ver con Mario). Lo que no está muy claro es quién la despide. ¿La silueta en negro es Tomás con pamela?. ¿Qué lleva en la mano?. ¿Un puño americano?. ¿Es una antorcha?. ¿Es un guiño al olimpismo de Gallardón?. ¿Por qué resulta tan nazi su postura?. ¿Y por qué no parece un pañuelo como debiera?. ¿Es acaso la estatua de la libertad?. Nos dejas con multitud de dudas Tomás. Es por ello que te propongo cual ha de ser el próximo cartel. A la vista del que presentó Zapatero en las anteriores primarias (y que sigue a continuación) te propongo a posteriori un cartel mucho más actual y más adecuado a la idiotincracia de tu partido.



miércoles, 20 de abril de 2011

De la gente que no deja en paz a los mendigos



Hay gente como Manolo Lama o Ruiz Gallardón a los que la vista de mendigos incomoda. Ahí, tirados, sin nada que hacer. ¿Es que no tienen otro sitio mejor donde estar sin molestar?. Pues obviamente no. Si no no estarían en la calle. O se creen que lo de ser mendigo es vocacional o es que son gilipollas perdidos. El caso es que uno los acosa en la tele y el otro hace leyes que nos retrotraen a las de vagos y maleantes y otras gaitas del pasado. No se engañen. Gallardón no es un progre. Si no indaguen en su curriculum, en el de su padre y en el de su padrino político (Manuel Fraga). Y claro pues al final se le sale el integrismo por donde más fácil es. Por los débiles. No hay sindicato ni colegio oficial de mendigos. Ni tienen un prescriptor como la Academia De la Iglesia o los controladores florero aéreos.

Primero los arrinconó con leyes que multaban el buscar en la basura. No sé si se llegó a multar a algún gato de extrarradio. Y ahora quiere que se vayan todos los indigentes al albergue para que no los vean los turistas. Es que no son nada fashion. Imagínense en la nueva Serrano un mendigo. Es que... no encaja.

Y los albergues están absolutamente saturados. Los gubernamentales. Además hay ONGs que se dedican a cubrir esas vergonzosas carencias. Y lo lógico sería que el Alcalde les subiera las subvenciones para que esos mendigos salgan de la calle. O para que encuentren un sitio más digno que una cama de litera compartida con otros cincuenta en la misma habitación. O que no tengan taquillas ni espacio propio o de intimidad. Pues el alcalde les ha reducido la subvención a las ONG de ayuda al necesitado. Todo un detalle. Les saco de la calle por ley y les meto en albergues saturados y ongs infrafinanciadas. Todo un genio nuestro consitorial supremo. Hace todo como el carril bici de Serrano. Para la galería.

Para todos aquellos que opinen como estos sujetos les recomiendo como tratamiento el visionado de "En busca de la felicidad".