lunes, 5 de mayo de 2008

De los padres de hoy en día

Estaba el otro día en el dentista esperando a ser atendido cuando entraron una madre y sus dos hijos. Uno de ellos en vez de estarse sentadito leyendo en el sofá se revolcaba y ponía sus pezuñas sobre la tela. Tras varias correlativas miradas a los ojitos de la madre y a los pies de la acémila, la madre, finalmente le dijo que se sentara. El pequeño energúmeno no sólo no se sentó, sino que siguió importunando con sus berridos y espasmos compulsivos. En uno de ellos incluso me rozó con sus zarpitas. La madre le espetó: "Que estás molestando a éste chico". A lo cual apunto estuve de contestarle: "Señora, lo que en verdad me molesta es lo mal educado que lo tiene usted y lo que a usted se la refanfinfla. Y que me llame usted chico cuando voy a cumplir treinta añazos". Me acordé de cuando mi padre o mi madre me llevaban de pequeño al dentista y yo no molestaba en absoluto. Estaba todo el rato sentadito leyendo y cuando me dirigía a ellos era entre susurros.

Fue entonces cuando empecé a preguntarme qué es lo que ha podido cambiar en estos años. ¿Son el calentamiento global o los alimentos transgénicos los que han mutado sus genes o han reblandecido sus pequeños cerebritos?. Mi tesis es que no, que los que han ido perdiendo con los años son los padres y la educación que les dan. Por poneros un ejemplo, tengo un niño que vive arriba y que se pasa el día dando golpes, corriendo y gritando no sabemos muy bien por qué. Pues a pesar de no haber subido a protestar nunca por tan primitivo comportamiento (y eso que el chaval ya debe tener 14 o 15 años) un día el padre bajó a las 11 de la noche porque decía que le molestaba la guitarra. Los golpes y berridos del oligofrénico de su hijo no le molestan pero el sonido de la guitarra sí. Caso de estudio el de éste alopécico sobrealimentado.

¿Y por qué educan peor ahora a los hijos?. Veamos. Yo me acuerdo que de pequeño cuando un profesor me cascaba en el colegio (os aseguro que siempre con motivos fundados) y yo llegaba a casa y se lo contaba a mi padre. Mi padre lo que hacía es que me daba otra de propina porque por algo me la habría dado el profesor (y tenía más razón que un santo). Ahora un profesor le da una colleja a un alumno y esa misma tarde aparece el padre con un bate y le arrea una paliza al profesor. O el padre lo denuncia y la policía detiene al profesor y el juez le pone una orden de alejamiento y le inhabilita para siempre. El colmo es que encima han prohibido por ley pegar a los hijos. Entiendo que prohiban el maltrato, ¿pero la colleja terapéutica?. Además quién son los políticos para decirnos cómo educar a nuestros hijos cuando no son capaces ni de gestionar medianamente bien ni de ser mínimamente educados los unos con los otros. La progresía gobernante recuerda olorosamente a la orwelliana de 1984.

Y por qué los padres de ahora defienden a ultranza que su hijo es el más listo, el que más estudia y el que mejor se porta. ¿Esta falta de sentido de la realidad es producto de la ignorancia de la obcecación o de la estupidez?. ¿Como casi no pasan tiempo con sus hijos ignoran que en realidad son unos cabroncetes?. ¿Y por qué pasan tan poco tiempo con los hijos?. ¿Quizá porque los derechos laborales en vez de aumentar han disminuido y cada vez se trabaja más y se gana menos?. O a lo mejor es que al haber disminuido el poder adquisitivo de las familias ahora es imprescindible que padre y madre trabajen a tiempo completo y la que educa a los hijos es una superficie plana y luminiscente de 32 pulgadas.

Esa es otra, cuando yo era pequeño queríamos emular al llanero solitario y otros héroes. Todos ellos altruistas e íntegros. Ahora admiran a los neofamosos o los participantes de concursos tipo Fama, O.T. etc... Que son hienas iletradas ávidas de fama y de una vida acomodada sin el menor esfuerzo o trabajo. Futuros padres: si no van ustedes a esforzarse en la educación de sus hijos mejor cómprense un perro o un gato. Que los animales humanizan mucho las casas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

hola soy marta
acabo de leer tu blog
este ha sido uno con los que mas de acuerdo estoy contigo
Nadie deberia decirnos como educar a nuestros hijos(bueno futuros en mi caso)

Extensus dijo...

Estoy de acuerdo contigo al 100%. Un gran post.

Anónimo dijo...

Yo hubiera reventado en la consulta del dentista y no hubiera callado sonriendo(supongo).
La vida cambia, y también por desgracia la educación de los niños de hoy en día, es muy triste que los padres no tengan casi tiempo libre para poder educar(los que quieren hacerlo) a sus hijos adecuadamente y con el respeto como algo primordial.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Los padres no admiten que su hijo es un imbécil y un mal educado porque supone admitir a l avez que han fracasado como padres cuando les cuesta tanto serlo (trabajan un montón, ¡pero que un montón!, para alcanzar un nivel... ¿de qué? ¿de estupidez?)

Anónimo dijo...

Buenas, soy Chamy,
Creo que el principal problema de la educación de los niños de hoy es muy simple: NO !!! Eso es lo que falta o bien sobra, me explico, o no se les dice que NO a nada o cuando se les dice que, es NO hasta que el niño en cuestión dé por saco un buen rato, que pasaremos al sí, gracias a esta triste tontería el niño aprende dos cosas, a base de dar por saco un NO pasa a ser un sí, y la segunda y más importante, si sus padres, que son sus pequeños dioses no les dicen NO a nada ¿quienes somos el resto de la humanidad para exigirles nada? Por ejemplo, educación. No sigo que me lío...

Despotrico dijo...

Que razón tienes. Los padres de ahora tienen fobia al NO. :)

Caflax dijo...

Yo creo que a los hijos hay que violarlos y encerrarlos en casa. ¡Es que tiene que salir un tipo de Austria para enseñarnos cómo hacer las cosas bien!

Anónimo dijo...

los padres(en especial los PADRES mas que las madres) deben esforzarse en ser AMIGOS DE SUS HIJOS, incluso pueden manifestarles cuales son sus enemigos y es muy probable que los hijos se solidarizen con ellos y por lo mismo los quieran mas.
No digo que sean complices en el sentido comun que es ser complices, pero si pueden ser complices sanos - de hecho los padres no les tienen porque contar los detalles de su vida personal asus hijos, con lo que los hijos observan es suficiente -
Traten de buscar la amistad con sus hijos.
Los hijos pueden ser excelentes aliados.