domingo, 22 de marzo de 2009

Del carné de conducir

El carnet de conducir es el documento que acredita la capacidad legal de conducir/manejar vehículos de motor. Y digo legal porque dicha supuesta capacidad que representa no es ni real, ni relacionada en modo alguno con la pericia al volante del que lo ostenta. Para su obtención hay que pasar por dos pruebas que ni las de Hércules: el examen teórico y el práctico.

El teórico consiste, teóricamente, en la formación exhaustiva del futuro conductor en temas de normas de tráfico, señales, mecánica del vehículo, seguridad vial, etc... Para juzgar sobre la certeza de dicho conocimiento se impone un examen tipo test en el que no puedes fallar más que tres o cuatro preguntas. Es un examen donde la lectura comprensiva y el análisis sintáctico que te enseñaron en el colegio cobran un sentido útil y práctico que jamás hubieras soñado en el instituto. Porque las preguntas se formulan de manera artera y enrevesada. Con encabezados de respuesta del tipo "Sí, excepcionalmente, y siempre...", "Sí, pero sólo...", "Sí, salvo prohibición expresa..." y otras trampas verbales. Además en muchas preguntas hay una foto a la que la pregunta no hace referencia. Sólo la ponen para confundir al examinado.

El práctico es un mundo. Es donde las autoescuelas y la DGT hacen el agosto (aunque en agosto no trabajen). Las autoescuelas obligan a los alumnos a tomar un número indeterminado de clases a unos precios siempre injustificables. Y si suspendes el práctico te obligan a dar más clases y a renovar matrícula. Las moneditas no dejan de sonar. Sobre todo teniendo en cuenta cómo es el examen práctico. Que, en mi opinión es como jugar al Euromillón. Dependiendo del humor del examinador puede durar unos pocos minutos o media hora. Puedes suspender no habiendo hecho ningún error perceptible al ojo humano. Ser guiado hacia multitud de trampas y obstáculos. Lo que nunca te ocurrirá en un examen práctico es que lo hagas mal y te aprueben. Porque parece que en vez de estar diseñados para juzgar sobre si el alumno sabe circular o no con seguridad, lo están para sacar dinero con los repetidos exámenes de los alumnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años