miércoles, 6 de mayo de 2009

De la publicidad internáutica

Ya sé que internet es un mundo virtual maravilloso. Que puedes volverte una persona culta sin necesidad de salir de casa. Y acceder a servicios y posibilidades que hace 10 años eran casi imposibles de adivinar. Pero también tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, la publicidad.

Al principio de los tiempos la publicidad en internet consistía en una sencilla animación (o banner) que te incitaba a hacer click y entrar en la página del anunciante. Con los años, la saturación publicitaria en la red ha ocasionado una suerte de inmunidad publicitaria en el navegante. Y como nadie se fijaba ya en los primigenios banners se inventó el pop-up. Parecidos a los banners, pero en una ventana flotante, bloquean la visión del contenido de la página obligando al internauta a cerrar la ventana emergente si quiere continuar navegando. Algunos se mueven cuando mueves el cursor impidiéndote realizar cualquier acción mientras no cierres la ventana. Como con los pop-ups tampoco nadie se apercibía de cual era la marca anunciadora o si lo hacía era para guardarle odio infinito pensaron que lo mejor sería adjuntarles sonido.

Dichos sonidos consiguieron parcialmente su objetivo. Era imposible no percatarse de la aparición del banner o del pop-up. Pero una vez más para odiar a la responsable del molesto sonidito. Los peores son aquellos que no permiten desactivarlo y que se repiten hasta el infinito. Imagina, por ejemplo, que quieres ver un vídeo en el youtube. Si se carga uno de estos engendros sonorizados tendrás que aguantar el ruido durante todo el vídeo o volver a cargar la página a ver si tienes suerte y no te sale otro banner con ruiditos.

Hay unos muy graciosos. Los que te dicen que eres el visitante x-mil y que has ganado un premio. Suelen estar encabezados de un "no es broma", que sin duda les añade credibilidad. No se conoce a nadie que haya clickado en uno de estos para comprobar si es o no broma.

Luego también están los banners con jueguecitos. Que van desde el clásico tira-penaltis/tiros libres, pasando por los dardos y la diana, hasta otros más absurdos como el de la tetona saltando a la comba o el payaso que cae al agua.

Para terminar decir que también en esto de los banners se dan las modas. Hasta hace no mucho estaban de rabiosa actualidad los de encontrar pareja y los de calcula los años que te quedan de vida. Ahora pegan más los de calcula tu edad mental (nada que ver con el síndrome de Peter Pan) y tu coeficiente intelectual.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde algún mes entro en el blog con cierta regularidad, porque suelo estar de acuerdo con lo que se dice. Sin embargo, ahora no podría estar en mayor descuerdo. Este juicio de la publicidad interactiva es como juzgar el cine y hablar de las Scary Movie y American Pie. Es decir, un insulto. Hay mucha gente que se dedica a que la publicidad online mejore día a día

Despotrico dijo...

Querido lector indignado:
Yo también me dedico a la publicidad online y offline. Y no me ofendo cuando alguien critica la publicidad o a los publicistas. Por otro lado, que haya mucha gente que trabaje por la mejora de algo no implica que mejore. Si no cómo explicas que cada vez haya más ONGs y que el mundo no mejore un ápice.Respecto a tu metáfora cinéfila decirte que para juzgar sobre algo hay que hacerlo sobre porcentajes representativos. Y si la gran mayoría de películas de estreno son una mierda pues no queda más remedio que decir que el nivel del cine es paupérrimo. Pues lo mismo pasa con la publicidad on-line. Ponte a navegar por internet y podrás comprobar que el porcentaje de banners y pop-ups cutres es abrumador.

Anónimo dijo...

Creo que los problemas del mundo son un pelín más complejos que los de la publicidad. Pero sólo un pelín.

Despotrico dijo...

Gracias por tu preclaro aporte.

Unknown dijo...

Querido despotricador:
Que la publicidad es molesta en el 99.9% de los casos está más claro que el agua pero...¿te has planteado por qué los formatos son cada vez más intrusivos (y no hablo sólo de internet)?
La publicidad suele estar presente sólo cuando se nos ofrece algo sin pedir nada a cambio -nada más que ver esa publicidad, claro-
La gente de LaSexta tiene que amortizar el pastizal que cuestan los derechos de la F1 y elmundo.es las nóminas de toda su redacción.
Desde el cariño, como diría Florentino P., está en tu mano suscribirte a servicios de pago que no llevan ningún tipo de publicidad. De esta forma podrás evitar mensajes molestos y podrás dedicarte a consumir sólo la publicidad de certámenes. Esa que sí es agradable.