Con la nueva televisión, digital y terrestre, todo cambiará. La multitud de canales y ventajas que traerá la TDT llenarán nuestros vacíos existenciales. La programación televisiva se convertirá en algo maravilloso y no sabremos qué canal elegir. La oferta de ocio será tal que no hará falta salir de casa. Añadirán un retrete-sofá-neverá al televisor para no tener que desplazarnos. Porque dejarán de programar series lamentables o pesimamente dobladas y que no estén en dual. Antena 3 no pondrá las cuñas de publicidad en medio de una escena de acción o de una frase de Homer. Telecinco dejará de llevar a sus platós a delincuentes presuntos y condenados. El Rey dará su mensaje navideño en 350 canales. Telemadrid y Cuatro dejarán de ser la voz de su amo. Sogecable y Mediapro dejarán de disputarse los derechos de explotación del fútbol tras demostrarse que la española no es la mejor liga del mundo. La Sexta y Telecinco se fusionarán. Dedicándose la una a elaborar debates, exclusivas y demás majaderías rosas y la otra a reírse sobre la mismas. Constituyéndose así en un negocio imparable.
Los presentadores no darán a basto del enorme trabajo que tendrán. Con tantas cadenas será normal salir en la tele. Todo el mundo tendrá que haber salido por lo menos una vez en televisión. Antena 3, Telecinco, las Autonómicas, etc. tendrán varios canales para diversificar su enorme y variada programación didáctica. La Cuatro no programará series de nuestra infancia para demostrarnos que haber visto todos los episodios era de nerds con un nivel de apreciación del argumento y de la calidad bastante escaso. En las cadenas no programarán un capítulo de una serie e inmediatamente otro de la misma pero de una temporada anterior. O el capítulo anterior al que acaban de echar.
Las parabólicas serán digitales y podremos coger canales de todo el mundo y así los españoles aprenderemos por fin otro idioma aparte del castellano, catalán, vasco, gallego, valenciano... etc. En fin, ni Asimov, Verne y Douglas Adams juntos podrían haber imaginado lo que el futuro nos depara. Por el momento, desolador.
Los presentadores no darán a basto del enorme trabajo que tendrán. Con tantas cadenas será normal salir en la tele. Todo el mundo tendrá que haber salido por lo menos una vez en televisión. Antena 3, Telecinco, las Autonómicas, etc. tendrán varios canales para diversificar su enorme y variada programación didáctica. La Cuatro no programará series de nuestra infancia para demostrarnos que haber visto todos los episodios era de nerds con un nivel de apreciación del argumento y de la calidad bastante escaso. En las cadenas no programarán un capítulo de una serie e inmediatamente otro de la misma pero de una temporada anterior. O el capítulo anterior al que acaban de echar.
Las parabólicas serán digitales y podremos coger canales de todo el mundo y así los españoles aprenderemos por fin otro idioma aparte del castellano, catalán, vasco, gallego, valenciano... etc. En fin, ni Asimov, Verne y Douglas Adams juntos podrían haber imaginado lo que el futuro nos depara. Por el momento, desolador.
1 comentario:
Mientras exista Canal Digital con series decentes de la HBO, me negaré a ver Al salir de Clase en la TDT.
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